En un mundo de excesos donde lo estridente gana terreno en la hotelería mundial, llegue a un lugar donde el lujo, el diseño y la gastronomía, se fusionan con el buen gusto y logran que “Anticavilla Hotel”, se convierta en un monumento para el descanso y la privacidad.
De inicio algo que me encanto de “Anticavilla Hotel” es esa atmosfera que te envuelve de manera inmediata, si bien está inmerso en una de las ciudades con mayor crecimiento en los últimos años (Cuernavaca), créanme que en cuanto llegas a este hotel inmediatamente sabes que estás en la ciudad de la eterna primavera: tranquilidad, naturaleza y un ambiente más que agradable te confirman esto.
“Anticavilla Hotel” tiene únicamente 12 habitaciones, todas ellas dedicadas a algún artista celebre de origen italiano, y por lo mismo todas y cada una con diseños completamente diferentes, pero eso si, al más puro estilo de los diseñadores italianos, todas decoradas con buen gusto y muchos detalles para sorprendernos.
En mi visita me toco vivir la experiencia en la suite “Balla” nombrada así en honor al pintor y escultor italiano “Giacomo Balla”, lo primero que todo buen turista debe probar es sin duda la cama, que en este caso la encontré sumamente relajante, me cuentan que la razón es porque tienen una decoración con tejidos de “Etro” que son 100% lino, las sabanas son de algodón egipcio de 300 hilos y las fundas son 2 “duvet” de 500 hilos, además todos los huéspedes del hotel tienen acceso a un menú de 8 tipos de almohadas y también a un menú de aroma terapia.
Algo que me sorprendió bastante en la habitación es la gran cantidad de detalles que encuentras, desde una regadera tipo lluvia, una tina de baño que tiene amenities de la marca “Bvulgari”, una siempre necesaria televisión LED de 55”, internet de acceso libre, y por supuesto un mini bar de cortesía.
Sin duda la habitación me dejo un gran sabor de boca, un diseño increíble, muchas amenidades para consentirte y sobre todo mucha privacidad.
El Restaurante del hotel “Verde & Salvia”, es un espacio que ofrece una cocina mexicana/mediterránea, en honor a la verdad la calidad de los alimentos es más que recomendable, lo mismo puedes probar unas enchiladas de plátano macho para desayunar que un espagueti o una langosta, cocinado al más puro estilo mediterráneo, para comer, para cenar puedes elegir algo como un corazón de filete en salsa gravy, la verdad una fusión muy bien lograda y en una atmósfera inigualable.
El restaurante se encuentra rodeado de naturaleza, el inmenso jardín sirve como marco perfecto para recordarnos que estamos en la ciudad de la eterna primavera, además el jardín resguarda las tres secciones gastronómicas del hotel: Paradiso Lounge Bar, Restaurante Verde & Salvia y La Cava.
La alberca del hotel es un espacio que quizás no domina el panorama del hotel, pero cuando llegues a ella lo único que vas a querer hacer es probarla, me agrada que es una alberca poco común para un hotel boutique, ya que en esta alberca realmente se puede nadar y no solo es de ornato, ya que cuenta con un carril semi-olímpico, que se convierte en una agradable sorpresa, dentro de las amenidades que ofrece el hotel esta la posibilidad de tomar tu tratamiento Spa a un costa de ella, para pasar una tarde realmente rodeado del sol.
Hablando de Spa, un hotel boutique de la calidad de “Anticavilla” nunca te defraudara en cuanto a los servicios que ofrece, el “Spa Holistico Makiki”, ofrece terapias destinadas a relajar, renovar y liberar a los huéspedes de las tensiones acumuladas en sus actividades cotidianas, además cuenta con una zona de áreas húmedas que están listas para utilizarse antes de recibir tu tratamiento.
En resumen “Anticavilla Hotel” es un rincón ideal para los turistas que buscan refinamiento, buen gusto y privacidad, en todos sus servicios, un hotel boutique de calidad mundial que lo tenemos a un paso de la ciudad más grande del país.
Ubicación: La casa se encuentra en la esquina de Rio Amacuzac y Chilpachingo, numero 10 en la Colonia Vista Hermosa, en Cuernavaca Morelos
Blog de viajes, turismo y entretenimiento.
